¿A qué debo estar atenta?

El flujo o la supuración inusuales son la señal más común de la vaginitis. La supuración varía según el tipo de infección. Pero no todas las supuraciones indican que tienes una infección. Una cantidad pequeña de supuración sin otros síntomas, como mal olor o picazón, puede ser normal:

• La tricomoniasis puede causar una supuración amarilla o verdosa espumosa, que puede tener olor. Es posible que se sienta ardor o comezón en la vagina. Puede haber hinchazón o enrojecimiento en la abertura de la vagina. Puedes sentir dolor durante las relaciones sexuales o al orinar. 

• La vaginosis bacteriana (BV) puede causar una supuración lechosa o acuosa de color blanco grisáceo. Tiene un olor fuerte a pescado.

• Las infecciones por hongos levaduriformes pueden causar supuraciones que tienen la apariencia del requesón. También pueden provocar comezón o ardor intensos en la vagina. Puede haber hinchazón o enrojecimiento en la abertura de la vagina. Puedes sentir dolor durante las relaciones sexuales o al orinar.

Tratamiento

Los medicamentos pueden curar todos los tipos de vaginitis. En el caso de la tricomoniasis, también es necesario que se trate tu pareja. De lo contrario, podría volver a contagiártela. Para limitar las infecciones por hongos levaduriformes, lávate con agua y jabón suave. No tomes duchas vaginales. Usar ropa interior de algodón también puede ayudar a limitar las infecciones por hongos levaduriformes. Cámbiate la ropa húmeda, como la de hacer ejercicio o los trajes de baño, lo antes posible. 

¿Qué sucede si no recibo tratamiento?

• La supuración, el ardor y la comezón pueden continuar.

• Tener vaginosis bacteriana o tricomoniasis puede hacerte más propensa a contraer otras ITS.

• La vaginosis bacteriana te pone en riesgo de tener enfermedad inflamatoria pélvica.

Avisa a tu pareja si tienes tricomoniasis. Los hombres generalmente no presentan síntomas. Sin embargo, sin tratamiento, pueden trasmitirla de nuevo a ti o a otras personas.