Los bebés usan los labios, las encías y la lengua para mamar (tomar leche del pecho). El bebé tiene el instinto de mamar desde que nace, pero el amamantamiento correcto requiere un período de aprendizaje, tanto para el bebé como para usted. Hay medidas que usted puede tomar para estimular los instintos naturales de su bebé.
Piel a piel
Si es posible, es recomendable que usted sostenga a su bebé desnudo contra su piel (contacto piel a piel) apenas nazca y algunas horas después del parto. Puede continuar haciendo esto también durante las primeras semanas de vida de su hijo.
¿Con qué frecuencia debo alimentar a mi bebé?
Los recién nacidos deben amamantarse entre 8 y 12 veces cada 24 horas. Alimente a su bebé cada vez que muestre señales de tener hambre. Cuando tenga hambre, se verá más despierto. Es probable que gire la cabeza hacia usted cuando le acaricia la mejilla. También es probable que haga un sonido como si estuviera chupando o que se chupe la mano. El llanto es la última señal que da el bebé para indicar que tiene hambre. Si llega a este punto, quizás sea difícil calmarlo para amamantarlo. Los bebés con más meses de vida suelen comer a intervalos regulares. Pero esta regularidad de crea con el tiempo. En ocasiones, es posible que coman varias veces seguidas y que luego tomen un descanso.
Si el bebé parece somnoliento o demasiado inquieto para amamantarlo, quítele la ropa y colóquelo desnudo contra su piel. No mantenga al bebé envuelto muy apretado. Esto puede hacer que se sienta demasiado somnoliento para alimentarse.
Alterne el seno que le ofrece primero en cada lactación. Por ejemplo, si comenzó por el seno derecho en la última lactación, ahora ofrézcale el seno izquierdo. Siempre ofrézcale el otro seno cuando su bebé termine de alimentarse con el primer lado.
Pregúntele al proveedor de atención médica si debe despertar a su bebé para alimentarlo. Quizás tenga que despertarlo y darle pecho si han pasado 4 horas desde la última alimentación del bebé.
Cómo ofrecer su seno
Sostenga el seno agarrándolo con el pulgar por arriba y los otros dedos por debajo sin apretar. Acaricie suavemente el labio inferior de su bebé con el pezón. Cuando vea que el bebé abra bien la boca, acerque rápidamente el bebé hacia su pecho.
La prendida al pecho
La manera en que el bebé conecta su boca al seno se conoce como la prendida al pecho. Cuando el bebé se prenda, usted debe poder ver más de la piel oscura que rodea el pezón (areola) por encima del labio superior del bebé que por debajo del labio inferior. El bebé debe tener todo el cuerpo orientado hacia usted, con la nariz y el mentón en contacto con su seno. Las mejillas del bebé se deben ver llenas y no hundidas hacia adentro. Debe poder ver los labios del bebé. Deberían estar ligeramente levantados hacia afuera. A medida que el bebé comienza a mamar, su quijada debe estar bien abierta. El bebé no debiera parecer como que estuviera masticando. Escuche los sonidos de que está tragando. No debería dolerle cuando el bebé se prenda y comience a mamar. Si le duele, intente soltar la prendida e inténtelo de nuevo.
Cómo soltar la prendida
Permita que su bebé se amamante hasta que esté satisfecho. En la mayoría de los casos, cuando el bebé haya terminado se soltará por sí solo. Esto le dice que su bebé ha terminado de alimentarse. Sin embargo, es posible que usted necesite desprender a su bebé antes si siente dolor o por alguna otra razón. Para hacerlo deslice el dedo dentro de la comisura de los labios de su bebé: sentirá cómo se interrumpe la succión. Solo cuando la succión se haya interrumpido, desprenda el seno de la boca del bebé. No desprenda al bebé del pecho hasta que sienta una disminución de la succión.