Rigidez en los músculos después de un ataque cerebral
Después de un ataque cerebral, es normal sentir cambios en los músculos. Algunos músculos podrían sentirse rígidos y tensos todo el tiempo, una afección conocida como espasticidad. Esto puede hacer que moverse y hacer las actividades cotidianas sea un poco más desafiante. La espasticidad también puede ser incómoda o incluso dolorosa.
Puede ser una afección frustrante. Pero hay formas de evitar que altere su vida. Esto es lo que debe saber y cómo tratarla.
¿Por qué los músculos se ponen rígidos después de un ataque cerebral?
Un ataque cerebral puede dañar los nervios en el cerebro o en la médula espinal que son responsables del movimiento muscular. Si tiene rigidez muscular, no es porque esté haciendo algo mal. Es porque las contracciones musculares están fuera de su control.
La espasticidad es un problema bastante frecuente. Entre el 25 % y el 43 % de las personas tendrán rigidez muscular dentro de 1 año después de un ataque cerebral. A menudo, afecta el codo, la muñeca o el hombro. Pero también puede ocurrir en los pies, los tobillos y las piernas. Podría sentirla solo en 1 músculo. O podría afectar varios al mismo tiempo.
¿Qué aspecto tiene la rigidez muscular?
Las personas con espasticidad tienen más tonicidad muscular. Eso significa que los músculos se ven y se sienten como si estuvieran todo el tiempo flexionados y tensos.
Aunque más tonicidad muscular suena como algo bueno, la rigidez que conlleva suele hacer que sea difícil moverse. Los movimientos podrían empezar a sentirse bruscos o robóticos. Y acciones como caminar, sentarse, bañarse y tomar o sostener cosas no son tan simples como antes.
También podría tener 1 o más de los siguientes síntomas:
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Manos cerradas en puños
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Dedos del pie en punta o flexionados
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Brazos o codos doblados
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Cruce involuntario de piernas
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Articulaciones rígidas
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Un pie débil que se cae, lo que significa que no puede levantar la parte delantera del pie
En algunos casos, la espasticidad puede derivar en espasmos musculares. Son contracciones musculares repentinas e incontrolables que pueden ser muy dolorosas.
¿Cómo se diagnostica?
Primero, el proveedor de atención médica podría revisar si tiene tonicidad muscular aumentada o pérdida del rango de movimiento. Otro signo clave es si el músculo se resiste a los estiramientos. A veces, pueden necesitarse otras pruebas más especializadas para entender la afección por completo. Por ejemplo, podría necesitar una resonancia magnética.
Cuanto antes se diagnostique la espasticidad, mejor.
¿Cómo se trata?
A menudo, la rigidez muscular requiere atención a largo plazo. Hay muchas opciones de tratamiento diferentes. Por eso, lo mejor es que hable con el proveedor de atención médica sobre la mejor opción para usted. En algunos casos, una combinación de tratamientos puede ser lo más efectivo. Las recomendaciones variarán según el nivel de rigidez muscular y el estado general de salud.
El tratamiento puede incluir lo siguiente:
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Fisioterapia o terapia ocupacional. Un fisioterapeuta puede ayudarlo a estirar y ejercitar los músculos. Además, puede enseñarle ejercicios de elongación para que haga en casa. Un terapeuta ocupacional (OT, por su sigla en inglés) puede darle consejos para que las tareas cotidianas sean más fáciles.
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Toxina botulínica (bótox). Cuando se lo inyecta, este medicamento puede aliviar la rigidez de los músculos.
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Medicamentos orales. Estos ayudan a relajar los nervios para que dejen de enviar mensajes a los músculos de que se contraigan.
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Terapia de baclofeno intratecal (ITB, por su sigla en inglés). En este tratamiento, los medicamentos pasan por una bomba pequeña que se implanta en el cuerpo.
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Estimulación eléctrica. Los pulsos pueden mejorar la espasticidad. Pero no hay demasiada investigación sobre este método aún.
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Órtesis o aparatos ortopédicos. Pueden mantener un músculo en la posición correcta y evitar que se contraiga.
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Cirugía. Si los demás tratamientos no funcionan, quizá necesite una cirugía en el músculo, la articulación o el tendón afectados. Por lo general, esto es el último recurso.
¿Qué otros cambios pueden ser necesarios?
Para ayudar con la vida diaria en la casa y a reducir el riesgo de caídas y otros accidentes, evalúe lo siguiente:
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Agregar una rampa
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Instalar barras o pasamanos para sostenerse
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Poner un banco en la ducha o la bañera
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Usar un asiento elevado para inodoros
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Usar un bastón, un andador o una silla de ruedas, según sea necesario
Asegúrese de seguir siempre los consejos del proveedor de atención médica después de un ataque cerebral. Tiene la experiencia y la capacitación para guiarlo hacia el tratamiento más efectivo. Esto garantiza que tenga la mejor calidad de vida posible en el futuro.